¿Qué ocurre cuando alguien se muere?

¿Qué ocurre cuando alguien se muere?

Cuando morimos lo que sucede es una separación del cuerpo y del alma en la que el cuerpo se queda aquí; lo vemos en el cajón, en el féretro, lo enterramos, se descompone… pero nuestro espíritu, nuestra alma, va a uno de dos lugares: para quienes hemos creído en Jesús, el alma va con alegría a la presencia de Dios.

Cuando Pablo habla de la muerte él dice que preferiría ausentarse de este cuerpo y vivir junto al Señor, en 2 Corintios. En otras palabras lo que está diciendo es que al morir se irá a la presencia de Dios. En filipenses 1:23 dice que su deseo es “partir y estar con Cristo lo cual es muchísimo mejor”.

Otro ejemplo en las Escrituras de que al morir los creyentes se van a la presencia de Dios lo da Jesús mismo en lucas 23:43 cuando le dice a uno de los criminales, que está crucificado junto a él, “te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. De manera que los creyentes al morir vamos a la presencia de Dios pero nuestros cuerpos no siempre serán dejados en la tierra, sino que cuando Jesús regrese nos resucitará y nuestra alma o espíritu será reunido con nuestro cuerpo resucitado y viviremos con Cristo para siempre.

En el caso de quienes no creyeron en Cristo, su alma se va de inmediato al castigo eterno. Hay un relato de Jesús registrado en el evangelio de Lucas en el que nos deja muy en claro que, después de muertos, no hay una segunda oportunidad para creer en Cristo. En este relato del rico y lázaro no se da ninguna esperanza de que se pueda pasar del infierno al cielo después de haber muerto. En otras palabras, si antes de morir no te arrepientes de tus pecados y le pides perdón a Dios, confiando y creyendo en el sacrificio de Jesús, experimentarás de primera mano el sufrimiento eterno. No hay vuelta de hoja, no hay otra oportunidad.

Lo maravilloso de todo esto es que Jesús mismo nos enseñó acerca de estas cosas y lo demostró al resucitar y dejar la tumba vacía. Hoy tú y yo podemos rechazar su palabra o confiar en él y recibir la vida eterna junto a nuestro Salvador.

Dios te bendiga


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