Declaración de fe

1. DIOS

Creemos en un Dios, eternamente existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

a) Creemos en Dios el Padre, el Creador y Sustentador del universo, quien en Su infinita sabiduría y amor planeó la redención de la humanidad y la llevó a cabo mediante Jesucristo.
b) Creemos en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, que nació de la virgen María, vivió una vida perfecta, fue crucificado por nuestros pecados, se levantó de la muerte y fue exaltado a la diestra de Dios.
c) Creemos en el Espíritu Santo que efectúa la redención en las vidas de aquellos que creen en Cristo. El nos da convicción, guía, enseña, reprende, mora, fortalece, conforta, intercede, une a los creyentes en un solo cuerpo, y glorifica a Cristo.

Gen. 1; Deut. 6:4-6; Sal. 139; Is. 40; Mt. 28:19; Jn. 1:1, 18; 4:24; 15:26; Rom. 8:1-17, 26-27; 2 Cor. 3:17; 5:19; 13:14; Fil. 2:6-8; 1 Tim. 3:16; 6:15-16; Heb. 11:6; Judas 25.

2. LA REVELACION DE DIOS

Creemos que Dios ha dado a conocer su poder y deidad en la creación. El también se reveló a sí mismo en palabra y acción en el Antiguo Testamento. Se reveló a sí mismo suprema y finalmente en el Señor Jesucristo como lo registra el Nuevo Testamento. Creemos que toda la Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, es inspirada por Dios conforme hombres de Dios fueron movidos por el Espíritu Santo. Aceptamos que la Biblia en su totalidad no contiene errores en sus escritos originales, la Palabra infalible de Dios y la guía final, completa y autoritativa para la fe y la vida del discipulado cristiano.
Sal. 19; 119:105; Luc. 24:27, 44; Rom. 1:18-23; 2 Tim 3:15-17; 2 Ped. 1:16-21; Heb. 1:1-2; 8:5-13.

 

3. HOMBRE Y PECADO

Creemos que el hombre fue creado a imagen de Dios, sin pecado y en relación con Dios, con libre voluntad para tomar decisiones morales. Al pecar trajo muerte a toda la raza humana. Como consecuencia todas las personas son pecadoras por naturaleza, culpables delante de Dios y en necesidad de perdón y restauración.
Gen. 1:27; 3:1-19; Mt. 19:13-15; Rom. 3:10-18; 5:12; Efe. 2:1-3.

 

4. SALVACION POR GRACIA

Creemos que hay un Dios y Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre, quien mediante su muerte sustituta ha redimido a la humanidad del poder del pecado, muerte y castigo eterno. Somos salvos por la gracia de Dios a través de la fe en Cristo, y sólo por fe. Aquellos que se arrepienten reciben el perdón de sus pecados y por el poder del Espíritu Santo son nacidos en la familia de Dios, y como fieles discípulos, obedecen la Palabra de Dios con alegría.
Hch 2:42, 46; Efe. 1:13-14; 2:8-9; 1 Tim. 2:5-6; Heb. 4:12; 9:15-28; 1 Jn 1:9.

 

5. LA VIDA CRISTIANA

Creemos que el Espíritu Santo mora en todo creyente y transforma a todo creyente a la imagen de Cristo y le permite al creyente dar testimonio a su Señor en la vida diaria. El Cristiano vive en comunión con Dios y otros creyentes y se une a la iglesia local en el bautismo. Todo creyente contribuye a la edificación del cuerpo de Cristo con sus dones materiales y espirituales. Por los medios de gracia provistos por Cristo, el creyente busca crecer a la madurez como se expresa particularmente en el “fruto del Espíritu”. Como el cuerpo de todo creyente es un “templo del Espíritu Santo” el o ella se refrenan de aquellas cosas que dañan el cuerpo o la mente. En su búsqueda por la perfección el creyente reconoce su completa dependencia de Dios y está constantemente en necesidad de Su gracia limpiadora y perdonadora.
Mt. 5:14-16; Jn. 12:26; 15:4-5; Rom. 6; 8:9-16; 12; 1 Cor. 6:19; Efe. 2:1-4; 4:1-16; Tit. 2:11-14; Heb. 12:14; 1 Jn. 3:17-18.

 

6. LA IGLESIA DE CRISTO

Creemos que la iglesia fue establecida mediante la obra redentora de Cristo en la historia, y que está compuesta de todos aquellos que ponen su fe en Él y que son bautizados por el Espíritu en un solo cuerpo, sin distinción de nacionalidad, raza o clase social. A pesar de la diversidad en congregaciones y denominaciones, el Espíritu Santo crea unidad entre todo el pueblo de Dios. La iglesia local es una asociación de creyentes bautizados.
Mt. 18:15-35; Jn. 13:1-17; Jn. 17-21; Hch. 2:38-44; 15:1-28; 1 Cor. 12-14; 2 Cor. 2:6-8; Efe. 1:22-23; 2:10-22; 5:21, 25-27; 1 Tes. 5:11, 14; 2 Tes. 3:6, 14-15; Ap. 5:9.

 

7. LA MISION DE LA IGLESIA

Creemos que el Evangelio es “el poder de Dios para salvación”, y que el mandamiento de hacer discípulos de todas las naciones es la tarea principal de la iglesia. Cada miembro de la iglesia es llamado a participar en la misión de la iglesia conforme se lo permita la gracia de Dios.
Mt. 2:23; 11:5; 28:19-20; Hch. 1:8; 2 Cor. 5:18-20.

 

8. LOS MINISTERIOS CRISTIANOS

Creemos que Dios mediante su Espíritu Santo ha dotado a todos Sus hijos con dones para los ministerios Cristianos. Todos son llamados a usar sus dones para la edificación del cuerpo de Cristo y glorificar al Señor. Algunos miembros de la iglesia son llamados a dirigir, predicar, enseñar, y cuidar a la iglesia. Por esta razón Dios da a unos el ser Ancianos y Pastores. La iglesia comisiona u ordena personas para tales ministerios y ama, respeta, y apoya a aquellos que sirven fielmente. Aquellos en el liderazgo deben vivir vidas cristianas ejemplares.
Is. 6:1-10; Jer. 3:15; Hch 6:1-6; 20:28; 1 Corintios 12:1-31; 1 Tes. 5:12-13; 1 Tim. 3:1-10; 5:17-22; Tit. 1:5-9; 3:10; 1 Ped. 5:1-5.

 

9. BAUTISMO CRISTIANO

Creemos que los Cristianos deben ser bautizados en agua tras la confesión de su fe en Cristo. Practicamos el bautismo por inmersión, aunque recibimos en comunión a aquellos que han sido bautizados de otra manera al confesar su fe. Al bautizarse el creyente entra en la comunión con la iglesia local y se compromete a una vida de discipulado y servicio.
Mt. 28:18-20; Hch 2:38; Rom. 6:2-6; Col. 2:12-13; 1 Tes. 5:23-24; 1 Ped. 3:21

 

10. LA CENA DEL SEÑOR

Al prepararnos para la comunión de la Cena del Señor todos los creyentes se examinan a sí mismos. Todos aquellos que entienden su significado, confiesan a Jesucristo como su Señor en palabra y vida y son responsables ante su congregación y viven en correcta relación con Dios y los demás, son invitados a participar en la Cena del Señor.
Mt. 16:24; 26:26-30; 1 Cor. 10:16-17; 11:23-32; Ap. 3:20.

 

11. MATRIMONIO Y EL HOGAR CRISTIANO

Creemos que Dios instituyó el matrimonio. El matrimonio es la unión sagrada entre un hombre y una mujer. Los creyentes que se casan deben tener un compromiso cristiano común; un creyente no debe casarse con un no creyente. Creemos que el divorcio y el sexo fuera del matrimonio constituyen una violación del plan de Dios para el matrimonio. Los padres cristianos deben educar a sus hijos mediante vidas ejemplares, oración, adoración, instrucción en la Palabra de Dios y disciplina santa.
Gen. 1:27-28; 2:18-24; Prov. 5:18-19; Mal. 2:13-16; Mt. 5:31-32; 19:4-9; 1 Cor. 7:10-11; 2 Cor. 6:14; Efe. 5:22-23; 6:4; Heb. 13:4.

 

12. EL TRABAJO Y EL DIA DEL SEÑOR

Creemos que Dios nos ha llamado a trabajar y que el trabajo es honroso. Sin embargo, el Cristiano también necesita tener tiempo para la adoración, instrucción en la fe y comunión. Por lo tanto, siguiendo el ejemplo de la iglesia del Nuevo Testamento, apartamos un día a la semana para la edificación espiritual y limitamos nuestras labores ese día para lo necesario y actos de misericordia.
Gen. 2:1-3; Ex. 20:8-10; Mt. 6:33; Lc. 24:1-36; Hch 2:1; 20:7; Rom. 14:5-6; Efe. 4:28; 1 Tes. 4:11-12; Heb. 10:23-25.

 

13. INTEGRIDAD CRISTIANA

Los cristianos están obligados a decir la verdad siempre. Como un testimonio a nuestra integridad diremos la verdad en todo momento observando lo que Jesús enseño en el Sermón del Monte. También evitamos ser miembros de clanes o sociedades secretas que pueden demandar juramentos o estar en conflicto con nuestra lealtad a Cristo y su iglesia, en cambio buscamos acunar la comunión entre creyentes.
Mt. 5:33-37; 23:1-12; Jn. 18:19-23; 2 Cor. 6:14-18; Efe. 5:6-13; Sgo. 5:12.

 

14. EL ESTADO

Creemos que Dios ha instituido al Estado. Sin embargo nuestra principal preocupación y lealtad es al reino de Cristo. Oramos por nuestro gobierno, respetamos aquellos en autoridad, pagamos nuestros impuestos, obedecemos todas las leyes que no están en conflicto con la Palabra de Dios y damos testimonio en contra de la corrupción y la injusticia en la sociedad.
Mt. 22:17-21; Hch 4:19; Rom. 13:1-7; 1 Tim. 2:1-6; 1 Ped. 2:13-14.

 

15. AMOR Y PAZ

Creemos que los cristianos deben vivir por la ley del amor y practicar el perdón de los enemigos como fue enseñado y ejemplificado por Jesús. Buscamos ser agentes de reconciliación; nuestra unión con otros seguidores de Jesús trasciende todas las barreras raciales, sociales o nacionales. Vemos la violencia como contradictoria con la nueva naturaleza del Cristiano. En tiempos de conflicto nacional o guerra, enseñaremos y motivaremos soluciones alternativas en lo posible.
Ex. 20:1-17; Mt. 5:17-28, 38-45; Rom. 12:19-21; 13:8-10; 1 Ped. 2:19-23.

 

16.EL TRIUNFO FINAL DE CRISTO

Creemos que algún día Dios traerá sus propósitos a la consumación final. Creemos que Cristo regresará visiblemente, personalmente y corporalmente. Cuando Cristo regrese los muertos en Cristo serán resucitados corporalmente y junto con los creyentes vivos serán transformados corporalmente y estarán para siempre con el Señor. Al final todos los poderes del mal serán vencidos y mientras los impíos sufrirán castigo eterno, los santos disfrutarán felicidad eterna en la presencia de Dios.
Is. 2:4; 61:1-11; Mt. 25:13, 31-46; Mar. 9:43-48; Luc. 16:22-23; Jn. 5:25-29; Hch 1:11; 1 Cor. 15:21-58; Fil. 1:21-24; 1 Tes. 4:16-17; Tit. 2:11-14; 2 Ped. 3:3-13; Ap. 1:15, 20-22.