¡Que suerte que no existe la suerte!

Proverbios 16:33

¡Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien! hoy compartiré con ustedes acerca de la suerte, porque este es un tema muy interesante y casi todos los días nos topamos con él, pero ni lo pensamos. Sin embargo, es algo que siempre ha existido, de hecho, grandes culturas como la egipcia, la romana y la griega no solo creían en la suerte, sino que la ligaban íntimamente con la superstición.

Y cuando hablamos de la suerte se nos pueden venir muchas cosas a la cabeza, por ejemplo, “romper un espejo, tirar la sal, un trébol de cuatro hojas, tocar madera, o utilizar amuletos de la buena fortuna”. También podemos pensar en sucesos poco probables que rompen la regla de lo que siempre pasa, por ejemplo, sacarte la lotería. O también cosas insólitas, por ejemplo, imagínate que a un conductor casi le cae una roca encima, pero alcanza a esquivarla por poquito, entonces decimos que ¡Ah, qué buena suerte! si por el contrario no puede esquivarla entonces decimos “¡Oh, qué mala suerte!”

Y en la actualidad mucha gente sigue siendo supersticiosa es más si te fijas más de la mitad de los hoteles y condominios no tienen la habitación o el piso número 13 porque creen que es de mala suerte. Entonces existe el piso o habitación 8, 9, 10, 11, 12 y al llegar al doce se brincan al 14, y es que la gente sigue creyendo en cosas como: “persignarse con el dinero de la primera venta, cargar la medallita de algún santo, evitar embarcarte o casarte en martes 13, traer ojitos de cristal azul para evitar el mal de ojo, evitar barrer los pies de alguien, etcétera, etcétera, etcétera…” Y muy lamentablemente lo que comienza como algo equis o que no sabes ni qué, cruza la línea de lo esotérico.

Otras personas aseguran que “la suerte” no existe, que uno mismo se hace su suerte, entonces, si eres positivo vas a atraer cosas positivas, si eres negativo solo atraerás desgracias y los sucesos poco probables son el producto de una estadística.

Lo cierto es que algunas personas ven a la suerte como algo místico, otras no saben bien que creen en cuanto a esto, pero evitan situaciones por si acaso, mientras que otras niegan que exista. Una persona supersticiosa carga un amuleto, un racionalista habla de probabilidades y estadísticas y un religioso dirá: “déjame echo una oracioncita para que me vaya bien”

Pero ¿qué dice la Biblia, existe tal cosa como la suerte? Proverbio 16:33 dice “la suerte se echa sobre el regazo, más de Jehová es la decisión de ella”.

El predicador Charles Spurgeon aseguraba que una de las doctrinas más consoladoras para los hijos de Dios es la doctrina de la soberanía de Dios, esto quiere decir que Dios está en control de todas y cada una de las cosas que suceden, nada se le escapa, no es como que a Él algo le sorprenda o le asuste o lo agarre desprevenido. Ni siquiera existe un cabello en tu cabeza que Dios no conozca o que sea independiente a su soberanía.

Y a lo largo de toda la Biblia encontramos esta verdad y vemos como todas las cosas tienen un diseño perfecto, aun los sucesos que podemos pensar que son desafortunados o lamentables son parte del plan divino. El problema es nuestra falta de confianza y dependencia en Dios.

Por ejemplo, el caso de Raquel en el Antiguo Testamento, ella no podía tener hijos y entonces con un corazón frustrado, amargado y lleno de envidia le rentó las mandrágoras a su hermana. Les explico tantito eso de las mandrágoras para que tengan más claro lo que está pasando; las raíces de las mandrágoras tienen forma de una figura humana (son parecidas al jengibre, pero más grandes) entonces a lo largo de toda la historia se han utilizado en rituales mágicos, los magos las tallaban y las adoraban como a ídolos, eran utilizadas en conjuros y pócimas, y, de hecho, en la actualidad se siguen utilizando en algunas religiones neopaganas, porque, además de todo tienen efectos alucinógenos. Entonces Raquel se las rentó a Lea para poder quedar embarazada. Pero la historia nos dice que no pudo embarazarse, sino que por el contrario fue Lea (su gran rival), la que volvió a quedar embarazada.

Y más delante volvemos a leer que Raquel otra vez vuelve a poner su confianza en donde no debe y se roba a los ídolos del papá y el papá desesperado entra a buscarlos, pero ella los esconde algo así como en el escusado y se sienta arriba de ellos y le dice al papá que no se puede parar porque está en sus días. ¡Te imaginas la situación! Raquel tiene toda su confianza puesta en estos dioses y no solo los esconde de una manera totalmente vergonzosa sino que además los roba, miente y se pone a sí misma en peligro (porque si la hubieran descubierto la hubieran matado), si no conoces la historia léela en Génesis 31.

Pero antes de que digas que ¡no manches esa Raquel si se voló la barda! piensa en cuantas veces has estado igual que ella y haz puesto tu confianza en alguien o en algo más aparte de Dios. Talvez haz esperando o esperas poder leer el horóscopo de la semana, o conocer tu carta astral para saber que hacer o que no hacer, o quizás haz dependiendo de un brujo para que te haga una limpia y te ayude con el mal de ojo, o traes cargando la medallita o el amuleto que no sueltas porque sin él podría pasarte algo terriblemente malo, o traes un billete en la cartera para que nunca se te acabe el dinero, o le das la vuelta al gato negro o te afliges si se te cae el espejo, o corres a prender la veladora en caso de angustia o momento crítico.

Y crees que todo depende de que hagas o dejes de hacer este tipo de superticiones, pero déjame te recuerdo algo importantísimo, Dios es todopoderoso y tiene cuidado de ti y de mí, Dios no es un dios que dependa de lo que tú y yo hagamos para bendecirnos.

Ahora, esto no quiere decir que uno no deba de hacer lo que le toca, al contrario, lo más probable es que si te tiras a la holgazanería no vas a tener para pagar la renta, la comida y las escuelas, pero no olvides que, al final de cuentas, el trabajo nos lo da Dios, la salud, nos la da Dios, la fuerza de levantarnos y echarle ganas nos la da Dios, nuestras capacidades nos las ha dado Dios porque parafraseando el proverbio que estamos viendo: podremos tirar los dados, pero a final de cuentas, Dios es el que decide el resultado, porque Él tiene la última palabra.

Deja tus amuletitos y tus supersticiones, se libre en la libertad con la Cristo te ha hecho libre y confía en Dios porque Él tiene cuidado de ti, recuerda Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es a los que conforme a su propósito son llamados”.

¡Que tengas una linda semana, y que Dios te bendiga!


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