La Ansiedad, Dios, y la Psicología

Día 3 “¿La ansiedad, Dios y la psicología”

¡Buenos días, espero se encuentren bien! En el video pasado platique acerca de la relación íntima que existe entre el miedo y la ansiedad y que nuestros miedos hablan mucho acerca de lo que valoramos y en dónde ponemos nuestra confianza. Pero hoy quiero platicar acerca de La ansiedad, Dios y la psicología.

Ninguna persona, que yo conozca, se prepara para evitar la ansiedad antes de que se presente. Nadie le presta atención a este tema tan importante hasta que él o ella o una persona cercana comienza a padecerla. Y, sin embargo, todos deberíamos de tener cierta conciencia y conocimiento sobre esto. Fíjense en estos datos: en el 2017 más de 260 millones de personas padecieron algún tipo de trastorno de ansiedad, esto es muchísimo, pero, esto fue antes del Covid-19. La Organización Mundial de la Salud ya advirtió que con la pandemia todos los gobiernos del mundo deben de estar preparados para y cito: “un aumento a largo plazo del número y la severidad de los problemas de salud mental” ya que, por ejemplo, en China han aumentado un 35 %, en Irán un 60 % y en Estados Unidos un 40%. Estos números son alarmantes y los cristianos debemos estar preparados para enfrentarlo a nivel personal, pero también para ayudar al prójimo.

Y por ello también quiero hablar de la ansiedad desde el punto de vista psicológico, porque el día de hoy es la manera más común para enfrentarla, pero no necesariamente es la más efectiva, porque la psicología se enfoca en explicar y en entender los patrones de conducta, los cuándos, los cómos, los por qués, se enrola en etiquetar personas conforme a “patologías” y a muchos de ellos los adormece con estupefacientes. Lo que, es más, etimológicamente la palabra psicología quiere decir el estudio del alma, pero sus principales expositores son opositores al Creador del alma, como Sigmund Freud quien fue abiertamente ateo.
Sin embargo, no puedo negar que tener cierto conocimiento de la psicología nos puede ayudar a comprender lo que estamos atravesando, siempre y cuando lo volvamos a enfocar desde el punto de vista bíblico.

La psicología cataloga la ansiedad en varios tipos, por ejemplo, la ansiedad generalizada, que es cuando tienes preocupación constante y excesiva y afecta tu rutina diaria. Las fobias específicas, que son un miedo irracional a un objeto o situación que se sale de tu control y que interfiere en tu vida diaria. El estrés post-traumático, que es una ansiedad desmedida ocasionada por un acontecimiento traumático. El trastorno obsesivo compulsivo, que son miedos irracionales y profundos que generan un patrón de conducta que se repite y se repite, y, por último, el trastorno de pánico que es un suceso repentino en el que crees que estás en peligro, que estás perdiendo el control, que te estás volviendo loco o que te está dando un ataque cardiaco y físicamente experimentas sensaciones muy fuertes, pero en realidad no te está pasando absolutamente nada.

Esta es, a grandes rasgos, la manera en que la psicología agrupa los trastornos de ansiedad. Pero como les decía, esta información es bueno conocerla, pero no como si fuera la verdad absoluta. Porque verán, puedes tener el patrón de algún trastorno psicológico, claro que sí, pero a final de cuentas es Dios quién puede ayudarte, ya sea atreves de un consejero bíblico qué te enfoque en la Biblia, o de un psicólogo cristiano que te enfoque en lo que Dios dice o a través de un hermano en Cristo que te ayude a comprender quién es Dios y el propósito que Él tiene para tu vida, pero si no te enfocas en Dios, que es el Creador de tu alma, es imposible que encuentres paz para tu alma.

Ahora, no estoy diciendo que la psicología sea pecado, o que no sirva para nada, ni mucho menos que sea algo del diablo, sé que mucha gente así lo ve, pero yo no lo veo así. Yo creo que es como la ciencia, tiene sus muchos errores porque es algo humano, en muchas cosas contradice a las Escrituras y definitivamente no estoy ni estaré de acuerdo, pero si nos puede ayudar a comprender ciertas cosas como los patrones de conducta. Sin embargo, soy una convencida de que la psicología por si misma no puede ayudarte, así como la medicina para los trastornos de ansiedad por sí sola tampoco ayuda. Necesitamos a nuestro Padre, a nuestro Dios y Creador que conoce no solo nuestros patrones, nuestros pensamientos y sentimientos, sino que está pronto para ayudarnos y jamás nos etiqueta como el paciente del trastorno obsesivo compulsivo, en cambio nos llama hijos y es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Verán esto me recuerda mucho al profeta Elías, ¿lo recuerdan? pues a los que no, les recuerdo: Resulta que la malvada Jezabel había matado a todos los profetas de Dios, pero le faltaba Elías y entonces juró perseguirlo y matarlo y mientras tanto Elías se entera y se da a la fuga, y en el camino el profeta ya estaba verdaderamente agotado, atemorizado, y deprimido, tanto que dice el relato que ya se había tirado debajo de un árbol, se había dejado morir y le había dicho a Dios que ya ¡le quitara la vida! Pero Dios, en su infinita misericordia le manda comida y lo alimenta y lo deja descansar y lo vuelve a alimentar y finalmente Elías recobra su ánimo y sus fuerzas.

Dios no diagnosticó a Elías con un trastorno de ansiedad y depresión, ni le dio alguna planta medicinal para ayudarlo a salir de esa situación, tampoco clasificó a Jezabel con una psicopatía narcisista. Dios simplemente sacó adelante a su profeta y le dio a Jezabel su merecido.

Cómo podemos ver la psicología no es indispensable, pero Dios sí, así que les aconsejo que busquemos a Dios y que dejemos nuestro caminito independiente y humanista y aprendamos a depender de Él, leamos su Palabra porque en ella se encuentra la manera en la que podemos vivir una vida con esa paz que sobrepasa todo entendimiento y busca personas que te ayuden bíblicamente y como Dios manda tanto en tus problemas como en tu vida diaria.

¡Que tengas un lindo día y que Dios te bendiga!


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