Viviendo la Fe :: Mateo 5

Mateo 5 “Las Bienaventuranzas…”

Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien. Hoy estaremos hablando acerca de Mateo 5, y les recomiendo que le den una leidita antes para que tengan una idea clara de lo que estoy comentando.

No deja de sorprenderme lo contradictoria que es la sabiduría del mundo con la sabiduría de Dios. Pareciera que Satanás y nuestra propia tendencia pecaminosa han hecho un excelente trabajo para tergiversar las ideas, planes, deseos y mandatos del Creador del mundo.
Simplemente todo lo cristianamente bueno, el mundo lo cataloga como desdicha, fracaso, debilidad o simplemente como algo inútil.

Es más, vamos a contrastar las bienaventuranzas de Cristo con la ideología de nuestra sociedad:

Cristo dice: Bienaventurados los pobres de espíritu
El mundo dice: busca tu satisfacción personal. ¡tienes que ser una triunfadora!
Cristo dice: Bienaventurados los que lloran
El mundo dice: no muestres debilidad, ¡tienes que ser fuerte!
Cristo dice: Bienaventurados los mansos
El mundo dice: pelea por tus derechos. ¡No te dejes!
Cristo dice: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia
El mundo dice: sí no te afecta a ti, no te metas. ¡Sé astuta!
Cristo dice: Bienaventurados los misericordiosos
El mundo dice: el que la hace la paga ¡véngate!
Cristo dice: Bienaventurados los de limpio corazón
El mundo dice: el fin justifica los medios ¡todos lo hacen!
Cristo dice: Bienaventurados los pacificadores
El mundo dice: tú tienes la razón, ¡no cedas!
Cristo dice: Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia
El mundo dice: que nadie se entere que eres cristiana, ¡se inteligente!
Cristo dice: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo
El mundo dice: tu no mereces ser tratada injustamente, ¡tu bienestar es lo más importante!
O sea que sí lo analizamos un poco, nos vamos a dar cuenta que el pensamiento que nos rodea está en contra de lo que Dios dice y que continuamente estamos siendo influenciadas por la cultura, los medios de comunicación, nuestras amistades, en pocas palabras por todo lo que está abierta y encubiertamente en contra del pensamiento bíblico.

Y si bien es cierto que como cristianas NO debemos aislarnos de todo esto, también es cierto que debemos cuidar su mala influencia en nosotras, el apóstol Pablo dice que no debemos amoldarnos, ósea que no debemos tomar la forma de este mundo y Juan dice que estamos en el mundo pero que NO somos de él.

Y es que, de la misma manera en la que el Padre mandó al Hijo al mundo, Cristo mandó a sus discípulos también al mundo. Entonces, cómo mujeres creyentes debemos imitar la manera en la que él anduvo. Acuérdense, él estuvo entre pecadores en necesidad de redención, entre hipócritas que criticaban y juzgaban todo lo que hacía, o lo que no hacía, entre perseguidores que no les interesaba un cambio porque creían que lo sabían todo y, sin embargo, el mundo nunca dictaminó, quien era, como vivía, ni que creía Jesús, como tampoco lo debe determinar en nuestra vida, más bien somos nosotras las que debemos influir en la mentalidad de las personas que están en nuestro entorno.

Y esa es la cuestión ¿a quién y cómo estamos influenciando? Y por eso esta semana me gustaría que encontraras maneras prácticas de no permitir que el mundo te influencie, quizás tengas que dejar el Facebook por un tiempo, o evitar esa amistad con la que te gusta criticar, o simplemente dejar de ir a esos lugares que sabes que no sacan lo más cristiano de ti.

Recordemos 1 Jn 5:4 que dice: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”.
Porque hay una verdad que nadie puede negar, y es que la influencia de Cristo fue tan grande, que después de su vida, muerte y resurrección, el mundo jamás volvió a ser el mismo…

Si quieres profundizar más acerca de este tema te invito a escuchar el sermón “Cristiano: Renueva tu mente” del Dr. Jorge Salazar

¡Que tengas una linda semana y que Dios te bendiga!


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