Mateo 4 “La Tentación de Cristo…”
“Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien. Hoy estaremos hablando acerca de Mateo 4, y les recomiendo que le den una leidita antes para que tengan una idea clara de lo que estoy comentando.
Es realmente asombroso leer que Satanás se animó a tentar a Cristo, al mismísimo Hijo de Dios. Parece que confiaba ciegamente en que sus métodos para hacer caer a las personas nunca iban a fracasar.
Y tampoco tenía porque creerlo si desde el principio Adán y Eva cayeron en sus artimañas, y más adelante y a través de todos los siglos muchas personas cayeron y caen y caemos en sus engaños.
Sin embargo, es tranquilizador poder encontrar en la Biblia la manera en la que Satanás trabaja y descubrir que sus tácticas siempre han sido y serán las mismas: sembrar duda y engaño, y hacer promesas de poder y de realización personal…y todo con el mismo fin: Que el hombre desobedezca al Señor y se aparte de sus caminos.
Y es que fíjense que tan solo en un capítulo anterior, en Mateo 3, se escuchó la voz de Dios que afirmaba: “este es mi hijo en quien tengo complacencia”, pero ahora, justo cuando Jesús está físicamente más débil, llega Satanás a infiltrarle la duda diciéndole: “si eres hijo de Dios”… entonces di esto…y más adelante, otra vez… “si eres hijo de Dios”…entonces haz aquello…ósea que le dice “si eres hijo de Dios”…como para hacerlo dudar acerca de la veracidad de lo que Dios dijo, pero de la misma manera llegó con Eva; sembrándole la duda acerca de la sinceridad y de la bondad de Dios, y exactamente igual llega contigo y conmigo…
Y muchas veces como mujeres comenzamos a dudar de la Palabra de Dios y caemos en la tentación, por ejemplo, en el área económica: Dios nos dice que no nos preocupemos y que por nada estemos ansiosas porque Él sabe lo que necesitamos y Él nos cuida, pero cuando pasa algo inesperado en nuestro entorno, comenzamos a escuchar las voces que nos hacen desconfiar: “y ahora ¿qué voy a hacer? ¿Y qué va a pasar si esto, o que va a pasar si esto otro? Y Comenzamos a armar una infinidad de posibilidades dramáticas en nuestra cabeza y con ellas crece la duda y empezamos a desconfiar de lo que Dios dice y poco a poco le abrimos la puerta a la desobediencia.
O cuando discutimos con nuestro esposo y comenzamos a creer las vocecitas que nos gritan que nunca va a cambiar, que él tiene la culpa de todo y que somos víctimas de su carácter. Entonces dejamos de escuchar y de creer la Verdad que nos dice que para Dios no hay nada imposible y que con nuestro buen testimonio lo podemos ayudar y, poco a poco vamos cayendo en la tentación de juzgarlo, culparlo y le abrimos la puerta a la idea del divorcio.
Sin embargo, me encanta porque, aunque a veces nos puede parecer imposible no caer en tentación, Mateo registró la manera en la que Cristo pudo vencerla, y así tenemos un ejemplo real de cómo resistir cuando seamos atraídas a ir en contra de lo que Dios dice o espera que hagamos.
Lo primero que hizo Cristo fue estar en plena comunión con Dios, Él estaba en oración y ayuno preparándose para cumplir su ministerio, (de hecho, su oración constante fue algo que lo caracterizó). Lo segundo que hizo fue responderle a Satanás con la Palabra de Dios y no con su propia inteligencia. Y lo tercero fue ponerle un alto.
Debemos recordar que cada una de nosotras seremos tentadas en diferentes áreas de nuestra vida, por eso es importante que identifiquemos cuáles son esas tentaciones.
Y para poder identificarlas correctamente es necesario que tengamos una vida de oración y comunión con el Señor, porque esto nos va a ayudar a reconocer cuando algo no está alineado con el pensamiento de nuestro Padre, pero también debemos conocer y escudriñar correctamente las Escrituras y aprender algunos versículos de memoria para poder hablar la verdad cuando la mentira llegue a nuestra mente.
Una vez que identificamos la tentación y la combatimos con la Palabra de Dios, debemos poner un alto a esos pensamientos recurrentes y decidir conscientemente no pensarlos.
Me gustaría dejarlas con este versículo en 1 Corintios 10:13 que dice:
“No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la puedan resistir”
Si quieres profundizar más en este tema te invito a escuchar los sermones “Soportando la Tentación” o “Integridad en la Tentación”
¡Que tengan una linda semana y que Dios las bendiga!