Lo verdaderamente importante

Hace unos meses conocí a un extraordinario neurocirujano y al conversar acerca de “a lo que me dedico”, cuando dije que soy pastor cristiano el doctor me comenzó a platicar que a él le caían bien los cristianos porque no toman, no fuman… y para él, cómo médico, debería haber más personas así en nuestro planeta.

Conforme la conversación continuó me decía que otra de las cosas que apreciaba de los cristianos era el hecho de que se interesan por el cuidado de sus hijos y el valor y cariño por la esposa. Si hubiera más gente así, dijo, este mundo sería muy diferente.

Nuestra conversación me dejó pensando muchas cosas. Por un momento me gustó que tuviera ese alto concepto de los cristianos. A algunos de nosotros a lo mejor hasta se nos escapa una sonrisa de satisfacción al oír cosas así. Pero hay un gran riesgo en sólo quedarnos en que “los cristianos son buenas personas que leen su Biblia”. Porque entonces comenzamos a enfatizar lo externo, nuestra manera de vivir y olvidamos lo de mayor valor.

En el libro de los hechos Pedro sana a Eneas el paralítico, luego resucita a Tabita/Dorcas y luego comparte el evangelio con Cornelio, un centurión Gentil que nace de nuevo y recibe el Espíritu Santo. La gente se maravilla por la sanidad de Eneas y seguro hablan de la resurrección de Dorcas pero lo más importante de estos tres eventos es el último, la salvación eterna de un pecador.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” (Romanos 5:8-11)

No olvides que aún cuando tu testimonio de vida es importante, lo que este mundo necesita saber es que necesitamos estar reconciliados con Dios por medio de Cristo. Sólo así hay una transformación verdadera, sólo así seremos verdaderamente libres, sólo así podremos disfrutar y compartir las maravillosas bendiciones de Dios.

Te invito a celebrar lo que Cristo ha hecho en tu vida compartiéndolo con los demás y haciéndolos partícipes de tan grande salvación.


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