La Misericordia se Ejerce Todos los Días

Proverbios 3

¡Buenos días mujercitas espero se encuentren bien! Una de las cosas que nos enseña Proverbios 3 es que debemos ser misericordiosas; que nunca debemos negarnos a hacer el bien cuando podemos hacerlo y que nunca le debemos decir a alguien que nos pida algo, mañana… regresa mañana…cuando podemos dárselo en ese momento.

Y cuándo escuchas esto se te viene a la cabeza la epístola de Santiago porque enfatiza este mismo principio. Si una persona te pide ayuda porque no tiene comida o porque no tiene ropa ¿de qué le sirve que solo le hables bonito? ¿o que le desees los mejores deseos? Lo que necesita es acción de tu parte.

El problema es que el ser humano es egoísta por naturaleza, y esto se ha acrecentado en la actualidad, porque a finales del siglo XX entramos en una época terrible conocida como el “postmodernismo”. Y uno de los sellos distintivos de esta filosofía es el individualismo, creer que el progreso mundial reside en el éxito personal. Algo así como: “Si yo estoy bien, todo está bien”.

¡A penas lo terminas de decir y no me digas que no te das cuenta de lo mal que suena! Por supuesto que a la luz de las Escrituras esta filosofía está chuequísima en muchas cosas, pero lo peor es que se ha infiltrado también entre los cristianos.

Las iglesias están llenas de personas que piensan que con asistir al culto del domingo y recibir el mensaje ya cumplieron con la parte que les toca. Viven un cristianismo entre Dios y yo, y yo y Dios y se olvidan de su entorno.

Pero la Biblia enseña que las personas hacemos la Iglesia, que es un cuerpo vivo compuesto por creyentes. Es más, en muchos versículos vas a ver que a los cristianos se les llama “hermanos” y no se está refiriendo a hermanos carnales, sino a los espirituales. Por eso es que en muchas denominaciones se llaman “hermano (a)” entre ellos.

Y los hermanos se cuidan, se procuran, se ayudan, se conocen ¡caray! Es tan triste ver que las personas no conocen ni al 10% de los asistentes regulares del domingo y que muchas de ellas utilizan el apodo de “hermano” solo porque no se han aprendido los nombres de nadie.

No, por favor no te conviertas en un calienta bancas, involúcrate, actívate en tu Iglesia, conoce a las personas, pregunta si hay algo que puedas hacer por ellas. Conoce sus historias, sus retos, sus necesidades ¡muestra misericordia!

Miren, la misericordia comienza en la Iglesia y no necesitas salir al fin del mundo para ejercitarla. Pero muchas veces nos hacemos las ciegas ante el dolor o la necesidad de nuestro entorno y no apoyamos, o lo hacemos solamente cuando se trata de algo grande, como participar en un evento en las colonias marginadas y segregadas de la sociedad y ahí si vamos y ayudamos todo el día.

Ahora, no estoy diciendo que esté mal apoyar en eventos, lo que estoy tratando de enfatizar es que en el día a día, en el servicio del domingo ni nos enteramos que la persona que se sienta a lado nuestro perdió su trabajo y no tiene ni para darle de comer a sus hijos.

Cómo que pensamos que ese es trabajo del pastor o de los diáconos o de la esposa del pastor y no el nuestro, pero la Biblia enseña otra cosa, Proverbios 3:3 dice: “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón”. Y más adelante Proverbios 3:27 “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo”.

Así que esta semana proponte ejercitar la misericordia y distinguir todas esas ocasiones en las que puedes ser de gran bendición y ayuda a la gente de tu entorno.

¡Que tengas una linda semana y que Dios te bendiga!


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