El amor propio…

Mateo 22 :: El amor propio…

¡Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien! Hoy hablaré acerca de lo que Jesús contesta cuando le preguntan ¿Cuál es el mandamiento más importante? Esto lo puedes encontrar en Mateo 22, así que, dale una leidita para que tengas una idea más clara de lo que estoy comentando.

Jesús contesta sabiamente: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” e inmediatamente después dice que el segundo mandamiento más importante es “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Pero tristemente estos versículos han sido distorsionados porque muchas personas acomodan las Escrituras a su antojo. En este caso, se han atrevido a limitar los mandamientos de Dios a meros principios morales y éticos, lo cual es una tontería, porque la Biblia es muchísimo más que principios, ¡la Biblia es la Palabra de Dios! pero en su afán por sacar a Dios de su vida, el ser humano se ha dado el lujo de omitir el primer mandamiento y dejar solo el segundo. ¡Cómo si esto fuera posible!

Entonces el llamado “racionalismo” hace del mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, un principio moral y ético. Pero no solo se queda ahí, sino que le agrega la regla de oro que dice: “No hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti”, es decir, si yo, Aimeé, no tengo ganas de que me hagan nada entonces no tengo la obligación de hacer nada, lo cual nos cae como anillo al dedo a las personalidades como la mía que es un poco ermitaña, porque no tenemos que involucrarnos con nadie.

Pero Jesús va más allá, Él dice: “Actúa, haz, involúcrate, sal de tu zona de confort: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” y lo profundiza aún más cuando dice: “Ama a tus enemigos, bendice a los que te maldicen, haz bien a los que te aborrecen, y ora por los que te ultrajan y te persiguen”, Él no lo limita a un “trata a los demás como te gusta que te traten” Él nos manda a “AMAR a los demás” pero lo más bonito de todo es que Él nos puso el ejemplo, por eso dice con toda la autoridad: “Ámense unos a otros como yo los he amado”. Y, ¿cómo era el amor de Cristo? pues era un amor completamente sacrificial enfocado en cumplir la voluntad del Padre.

Y eso es precisamente lo que enseña, primero que nada, debemos amar a Dios con toda nuestra fuerza y con todo nuestro ser, Él debe ser el centro y el motivante de nuestra vida. Y después, debemos amar a los demás cómo nos amamos a nosotras mismas.

Ahora, antes de que te vayas tras la ideología de que tienes que aprender a amarte a ti misma para poder amar a otros y de que tienes que subir tu auto-estima haciendo valer tus derechos y luchando por tu realización personal, déjame decirte que Jesús no está hablando de eso en lo más mínimo, es más si Jesús hubiera estado pensando en la realización personal jamás se habría sacrificado por nosotras, ni hubiera pedido al Padre que perdonara a los pecadores que lo estaban martirizando, ¡lo que es más! en todas las Escrituras no vamos a encontrar un solo versículo que respalde esta ideología humanista centrada en el amor propio.

Jesús da por hecho que nos amamos, porque desde que llegamos a este mundo tenemos amor propio, buscamos nuestro bienestar, la aceptación de los demás, nuestra felicidad y nuestra comodidad. Y es que, en sí, el amor propio no es algo malo, Dios nos creó con este sentimiento, lo malo es que lo teñimos de pecado muy rápido, y nos volvemos egoístas, centradas únicamente en nuestro beneficio.

Pero inclusive la persona con un comportamiento autodestructivo como la depresión, o las adicciones, tiene amor hacía sí misma, no sabe cómo manejar cierta situación y escapa, pero escapa porque le duele y está buscando evitar el dolor, y aunque está equivocada en su metodología, finalmente, está buscando sentirse bien, aunque sea temporalmente.

Ósea que lo que Jesús está diciendo es: entrégate a los demás cómo te entregas a ti misma, busca la felicidad y el bienestar de los demás tanto como los buscas para ti; con la misma intensidad, la misma fuerza, la misma tenacidad. Pero amar así implica un sacrificio de nuestra parte, porque debemos renunciar a que todo gire en torno nuestro, dejar que gire en torno a la gloria de Dios y que esto se vea reflejado en el amor que le tenemos a nuestro prójimo.

Cómo les decía, nuestro amor está manchado por nuestro pecado, no existe un amor totalmente puro y desinteresado, ni siquiera como mamás amamos de esta manera, porque a veces eres visceral, y corriges o regañas según tu estado de ánimo, otras veces no te despegas del Facebook, el whatsApp o la telenovela, mientras que tu hijo te está contando algo que para él es importante, solo le tiras el avión con un: “aja, mjm, órale”, pero también si nos sentimos ofendidas como esposas o como hijas, podemos llegar a ser groseras y frías.

Cada vez son más las mamás que hacen de su trabajo lo más importante en la vida, y lo atesoran como a un dios, ponen de pretexto que buscan un mejor futuro para sus hijos, pero la realidad es que un escape para no hacerla de chofer, consejera, amiga, cocinera, lavandera, enfermera esa tan denigrada posición llamada: “ama de casa”. Y le dicen a todo el mundo y se engañan a sí mismas pensando que solo quieren darles lo mejor. Pero al llegar la noche los auto-reproches no las dejan conciliar el sueño, porque saben, dentro de ellas mismas saben que no han estado presentes, y que, aunque viven sin carencias y hasta pueden darse algunos lujos, sus hijos son unos materialistas egocéntricos a los que les ha hecho mucha falta convivir y tener el ejemplo de una madre piadosa. Porque finalmente un súper celular, un viaje por el mundo, un carro, nada de eso va a reemplazar el tener una madre que inculca con el ejemplo, el amor y el temor a Dios, un amor sacrificial como el que nos tuvo Cristo y los valores que encontramos en su Palabra.

Así que te propongo que te enfoques en conocer más a Dios para que crezca tu amor por Él, y en amar a los demás, empezando con los de tu casa; escucha, involúcrate en sus vidas, estate presente, ora con ellos, corrige pacientemente, enseña valores, simplemente, como enseñó Cristo: “Ama…”

¡Que tengas una linda semana y que Dios te bendiga!


2 thoughts on “El amor propio…

  1. Buenos días! Que lindo es comenzar con este hermoso devocional, que no solo nos enseña sino que nos confrontan, soy una joven de 23 años ya casada, escribo porque este devocional me enseño algo que quizás no sabia, y es el amar incondicionalmente como Jesús lo hizo, a veces me cuesta muchísimo amar incondicionalmente y entregarme, porque siento que se aprovechan de mi y eso me causa dolor, me considero una mujer muy sentimental y quizás dramática, pero es que de verdad cuando quiero ah alguien y quiero brindar mi amistad o mi ayuda, solo recibo decepciones o se burlan de mi por ser así. Y esa es la causa de porque soy tan distante con la gente, tengo pocos amigos y no socializo y eso me pone mal, porque me siento sola y culpable. Gracias por ese hermoso devocional, bendiciones

    1. Hola Buenos dias , que lindo este materia la verdad es muy edificante saver y conocer mas afondo la palabra del senor yo tengo la misma situacion que la chica anterior como dar amor y darlo todo a las personas cuando el mundo es muy egocentrico yo era muy entregada con las personas y de un tiempo aca recibi muchas decepciones y traditiones familiares ahora estoy en una posicion de protegerme y cuidarme porque en este tiempo de darlo todo por el projimo me desgaste y descuide mis hijos y mi persona después de estar dandolo todo por el projimo ahora tengo un principio propio logicamente solo ayudo a gente desconocida pero si yo siento que El amor se enfria cuando uno quiere hacer las cosas a la madera nuestra y no a la de cristo asi que es complicado si lo damos todo y damos poco es el mismo problema igual llegaras a lo mismo una ves mas ahora hé decidido amarme mas a mi misma antes de darlo todo por los demas 🥰

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *