“Sembrando discordia…” Prov. 6:19
¡Buenos días mujercitas espero se encuentren bien! Hoy terminaré de platicar acerca de las siete cosas que el Proverbio 6 nos dice que abomina Dios: “El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”.
No sé si algún día les he contado, pero soy mamá de tres hermosos hombrecitos que se llevan entre ellos un promedio de dos años, (un poquito menos), pero gracias a Dios dos de ellos ya son adultos y la etapa de los pleitos intensos ya casi la sobrevivimos. Las que son mamás van comprender cuando les digo que algunos de los pleitos de cuando estaban pequeños llegaron a ser legendarios. En las peleas nunca faltaban dos ingredientes: el buscapleitos y el que inflamaba la verdad a proporciones extravagantes. “Me quería matar”, no, no te quería matar solo te agarró a escobazos… “Yo no le hice nada”, sí, si le hiciste tomaste su pelota favorita y se la diste al perro.
Nadie les enseñó a estarse molestando, pero caray lo sabían hacer como si fueran maestros, nadie les enseñó a mentir para salirse con la suya y tampoco nadie les enseñó a ganar adeptos a sus travesuras, se les daba de manera natural al igual que a ti y que a mí y que a todos los seres humanos del mundo.
Por supuesto que la idea es que conforme vamos creciendo dejemos de ser mentirosos, intrigosos y buscapleitos, pero la realidad es que muchas veces no dejamos de serlo, más bien aprendemos a ocultarlo o simplemente nos acostumbramos a las “mentiras piadosas”, los chismes inflados, cambiar nuestra opinión dependiendo con la persona con la que estamos, a utilizar frases como: “no es que quiera afilar navajas, pero el otro día…”, o el típico “bueno ya que vamos a orar me gustaría que oráramos por Zutanita porque me enteré que…y te avientas toda la historia privada de Zutanita en el círculo de oración…
Pero todos estos son ejemplos del testigo falso y del que siembra discordia, lo que pasa es que nos acostumbramos y ya no lo vemos.
En Génesis 3 encontramos una historia que representa perfectamente este punto “la caída del hombre”. Resulta que la serpiente se le acerca a Eva haciéndole una pregunta cizañosa y la mujer le contesta de manera imprecisa y exagerada y luego la serpiente sigue hablando mentiras, manipulando información y sembrando desacuerdo entre Dios y la mujer hasta que Eva y Adán terminan cayendo en el engaño.
Pero para entender bien lo que está pasando tienes que saber que desde que llega la serpiente llega de manera maquiavélica con su preguntita intrigante. Casi se puede escuchar la musiquita de fondo tipo telenovela… ¿Conque Dios les ha dicho que no coman de todos los árboles del huerto? ¿He?
A lo que Eva le contesta echándole de su cosecha: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No coman de él, ni le toquen, no sea que mueran”.
Pero esta información esta aumentada tipo vieja chismosa; Dios no le dijo que no lo tocaran, ni tampoco dijo: “no sea que mueran” Dios dijo: “de todos los árboles puedes comer, pero de ese no comerás porque el día que de él comas, ciertamente morirás”.
Por supuesto que la serpiente de ahí se agarra para seguir metiendo cizaña y astutamente la enreda y luego Eva enreda a Adán y si conoces todo el relajo que se armó más te vale seguir prestando atención porque no estamos hablando de cualquier pecadito.
Las mujeres somos muy fáciles de caer en la trampita de la exageración y de la imprecisión, pero eso también es una mentira y muchísimas veces mete discordia entre la gente.
Hay muchas mujeres que exageran en su opinión de otras personas. Con su círculo íntimo se burlan y critican la manera de vestir, de hablar, de pensar, de vivir de la gente y con todas estas críticas comienzan a influir en la opinión de sus oyentes.
Y debemos tener mucho cuidado de estas malas prácticas porque una “crítica constructiva” que ni siquiera la hacemos de frente a la persona que le compete, hace mucho daño no solo a la persona de la que hablamos, sino a las que escuchan nuestras opiniones.
Así que esta semana concientiza la manera en la que estás dando un falso testimonio o en la que estás sembrando discordia entre las personas, pídele perdón a Dios y pídele también que te ayude a cambiar.
¡Que tengas una linda semana, y que Dios te bendiga!
¡Buenos días mujercitas espero se encuentren bien! Hoy terminaré de platicar acerca de las siete cosas que el Proverbio 6 nos dice que abomina Dios: “El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos”.
No sé si algún día les he contado, pero soy mamá de tres hermosos hombrecitos que se llevan entre ellos un promedio de dos años, (un poquito menos), pero gracias a Dios dos de ellos ya son adultos y la etapa de los pleitos intensos ya casi la sobrevivimos. Las que son mamás van comprender cuando les digo que algunos de los pleitos de cuando estaban pequeños llegaron a ser legendarios. En las peleas nunca faltaban dos ingredientes: el buscapleitos y el que inflamaba la verdad a proporciones extravagantes. “Me quería matar”, no, no te quería matar solo te agarró a escobazos… “Yo no le hice nada”, sí, si le hiciste tomaste su pelota favorita y se la diste al perro.
Nadie les enseñó a estarse molestando, pero caray lo sabían hacer como si fueran maestros, nadie les enseñó a mentir para salirse con la suya y tampoco nadie les enseñó a ganar adeptos a sus travesuras, se les daba de manera natural al igual que a ti y que a mí y que a todos los seres humanos del mundo.
Por supuesto que la idea es que conforme vamos creciendo dejemos de ser mentirosos, intrigosos y buscapleitos, pero la realidad es que muchas veces no dejamos de serlo, más bien aprendemos a ocultarlo o simplemente nos acostumbramos a las “mentiras piadosas”, los chismes inflados, cambiar nuestra opinión dependiendo con la persona con la que estamos, a utilizar frases como: “no es que quiera afilar navajas, pero el otro día…”, o el típico “bueno ya que vamos a orar me gustaría que oráramos por Zutanita porque me enteré que…y te avientas toda la historia privada de Zutanita en el círculo de oración…
Pero todos estos son ejemplos del testigo falso y del que siembra discordia, lo que pasa es que nos acostumbramos y ya no lo vemos.
En Génesis 3 encontramos una historia que representa perfectamente este punto “la caída del hombre”. Resulta que la serpiente se le acerca a Eva haciéndole una pregunta cizañosa y la mujer le contesta de manera imprecisa y exagerada y luego la serpiente sigue hablando mentiras, manipulando información y sembrando desacuerdo entre Dios y la mujer hasta que Eva y Adán terminan cayendo en el engaño.
Pero para entender bien lo que está pasando tienes que saber que desde que llega la serpiente llega de manera maquiavélica con su preguntita intrigante. Casi se puede escuchar la musiquita de fondo tipo telenovela… ¿Conque Dios les ha dicho que no coman de todos los árboles del huerto? ¿He?
A lo que Eva le contesta echándole de su cosecha: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No coman de él, ni le toquen, no sea que mueran”.
Pero esta información esta aumentada tipo vieja chismosa; Dios no le dijo que no lo tocaran, ni tampoco dijo: “no sea que mueran” Dios dijo: “de todos los árboles puedes comer, pero de ese no comerás porque el día que de él comas, ciertamente morirás”.
Por supuesto que la serpiente de ahí se agarra para seguir metiendo cizaña y astutamente la enreda y luego Eva enreda a Adán y si conoces todo el relajo que se armó más te vale seguir prestando atención porque no estamos hablando de cualquier pecadito.
Las mujeres somos muy fáciles de caer en la trampita de la exageración y de la imprecisión, pero eso también es una mentira y muchísimas veces mete discordia entre la gente.
Hay muchas mujeres que exageran en su opinión de otras personas. Con su círculo íntimo se burlan y critican la manera de vestir, de hablar, de pensar, de vivir de la gente y con todas estas críticas comienzan a influir en la opinión de sus oyentes.
Y debemos tener mucho cuidado de estas malas prácticas porque una “crítica constructiva” que ni siquiera la hacemos de frente a la persona que le compete, hace mucho daño no solo a la persona de la que hablamos, sino a las que escuchan nuestras opiniones.
Así que esta semana concientiza la manera en la que estás dando un falso testimonio o en la que estás sembrando discordia entre las personas, pídele perdón a Dios y pídele también que te ayude a cambiar.
¡Que tengas una linda semana, y que Dios te bendiga!