La Libertad de Su Gracia

Gálatas 2:11-21

Dr. Jorge A. Salazar

Los judaizantes tenían un problema: Pablo. Lo tenían que destruir. Ellos intentaron todo lo que estaba a su alcance para atacar su autoridad intentando convencer a los gálatas que Pablo no era un verdadero apóstol. Al hacer esto intentaron arrastrar a los nuevos creyentes a un sistema de obras en lugar de la gracia de Cristo que predicaba Pablo.
La epístola de Gálatas la podemos dividir en tres partes; los primeros dos capítulos son muy personales, los siguientes dos son doctrinales, y los últimos dos muy prácticos.
Nuestro estudio de hoy nos muestra la última parte de la defensa de Pablo y es parte de lo más dramático en la defensa de su apostolado. Aquellos hombres habían tratado de sobajar el hecho de que tenía autoridad, habían negado que Pablo era un apostol, decían que hablaba por sí mismo y que no tenía el derecho de hablar por Dios, que la gente no debería de escuchar a Pablo sino a los judaizantes. Pablo defiende su apostolado de tres maneras en estos dos capítulos.
Primero, muestra sus credenciales apostólicas. En los vv. 10-24 vimos que nos presenta sus credenciales apostólicas y demuestra que su apostolado no es de los hombres sino que viene de Dios, que es Dios quien le enseño y quien le dio su mensaje.
La segunda cosa en su defensa del apostolado es el reconocimiento, dice “aunque recibí mi apostolado de Dios y Jesús me instruyó por revelación, fui a Jerusalén y los líderes de Jerusalén me aprobaron. Así que fue reconocido por ellos en el capítulo 2:1-10.
Así que nos muestra sus credenciales apostólicas en el cap. 1 y en el 2 el reconocimiento de la iglesia y ahora el tercer punto es la confianza apostólica, aquí encierra todo en los vv. 11-21. Su primer defensa fue “Jesús me llamó al apostolado y me dio su mensaje”, su segunda defensa fue “La gente de Jerusalen me avala”, y su tercera defensa es, “miren chicos, si quieren saber qué tanta autoridad tengo, déjenme contarles la vez que me senté con Pedro”, confianza. Y esta es la más fuerte y dramática defensa de Pablo donde ejerce una autoridad superior sobre Pedro, quien era considerado el más prominente apóstol de la iglesia.

Leamos los siguientes versos del 11:21:

“Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”

Este pasaje es bien interesante porque los judaizantes están diciendo que Pablo no es nadie y le dicen a las iglesias de Galacia que Pablo es un don nadie y que los apóstoles verdaderos eran los de Jerusalén. De modo que Pablo les dice, “déjame contarte cuando tuve que reprender a Pedro” como una muestra de su autoridad. ¿Y quien era Pedro? Un hombre de autoridad. Pedro probablemente era uno de los que tenía la más alta reputación en la iglesia. Entonces Pablo les dice, miren cuando Pedro vino a Antioquía le tuve que dar una sarandeada en su propia cara porque era de condenar.

Ahora, Pablo y Pedro eran cristianos, los dos eran apóstoles, los dos hombres de Dios que conocían el evangelio y que la salvación es por gracia por medio de la fe, los dos fueron instruidos por el Espíritu Santo, los dos tenían la autoridad de Jesús y ejercían el liderazgo en la iglesia y eran usados por Dios grandemente. De hecho, el libro de los Hechos se divide en la primera parte con el ministerio de Pedro y en la segunda con el ministerio de Pablo. Eran los chiquitiguau de los hombres y aquí los tenemos frente a frente dándose un agarrón. Y la cosa se pone emocionante.

Fíjate algo muy interesante en el v. 11 cuando dice que vino Pedro a Antioquía “le resistí cara a cara”. Lo que Pablo está diciendo es que al resistir a Pedro, Pedro es el agresor. Pablo ve a Pedro como el agresor porque está atacando el Evangelio con lo que estaba haciendo. A lo mejor Pedro no lo estaba haciendo a propósito pero tenía esa costumbre de tener la boca pegada a los pies, y cada que abria la boca metía la pata. O sea, Pedro siempre era medio atrabancado y hacia cosas que lo metían en aprietos. Aquí Pedro está haciendo algo que es de condenar. ¿Por qué?

Es como cuando vas a un museo y ves una pintura y dices “que porquería, que mugrero de cuadro, mira nomás no sé cómo se atreven a colgar algo así en la pared” pero es un cuadro que el mundo entero ya ha reconocido como una obra maestra, como una obra de arte, realmente no estas condenando la pintura, te estas condenando a tí mismo como un ignorante que no sabe nada de arte. O como si escucha una gran sinfonía y dijera “que horrible esta esa pieza” y alguien me dijera, lo siento señor esa música ya ha sido considerada una obra maestra, pues yo me condené solo de que no sé nada de música. Así que de alguna manera lo que Pedro hizo fue similar, porque no necesitaba que nadie más lo condenara, el solito se condenó pero también lo señalan los cristianos gentiles de Antioquía porque vieron lo que Pedro hizo y lo vamos a ver en un momentito.

Pero me encanta como Dios acomoda todas las cosas para su propósito porque este roce no fue pura casualidad sino que Dios lo prepara para que Pablo pueda escribir esta carta y de esta manera demostrar su autoridad. ¿Si lo ves? Cómo Dios tiene un propósito en todo lo que hace. Lo que pudo haber sido una tragedia griega (¡no por los griegos pues!) Dios lo usa para su gloria.

Así que aquí tenemos a estos dos hombres, fuertes. Y viene la bronca. ¿Qué es lo que hizo Pedro? v. 12 “Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.”. ¿Cómo es que Pedro atacó la verdad?

Pedro estaba en Antioquía, aparentemente había estado allí por algún tiempo después del concilio de Jerusalen que viene en Hechos 15, y nos dice que Pedro comía con los gentiles. Es decir, Pedro no tenía ningún problema con sentarse con los gentiles y comer con ellos, el sabía que estaba bien y quién mejor que Pedro, porque ya dos veces antes Dios se lo había revelado.

Se acuerdan lo que Jesús le dijo a Pedro y a los demás discipulos en Marcos 7:19 “porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos” y luego les dice Jesús no es lo que entra al hombre lo que lo contamina sino lo que sale de él. Es decir, lo que entra al hombre pasa por su proceso y es desechado y no pasa nada y por primera vez Jesús menciona que no importa lo que uno coma. Ahora para ti y para mi eso no significa nada, pero para los judios eso era algo gravísimo.

Era tan importante que en Hechos 10 te acuerdas que Pedro tiene una visión y el Señor le muestra una serie de animales y le dice, “levantate mata y come” y Pedro le dice, “espérame tantito si yo nunca he tocado un animal impuro, yo no puedo hacer eso”. Y Dios le dice, “mira Pedro, no te atrevas a llamar inmundo lo que Dios ha limpiado. Cuando Dios lo limpia no lo llames inmundo. O sea, a Pedro le dan dos clases de que podía comer cualquier cosa y que podía comer con cualquier persona, porque esa visión de Hechos 10 fue para mostrarle que podía comer con los gentiles. ¿Te acuerdas que pasó en Hechos 10? Cornelio envió a buscar a Pedro y Pedro fue a casa de Cornelio y se quedó con ellos en su casa y comió con ellos. Jesús le había dicho dos veces que estaba bien, en persona y en una visión.

Por qué te cuento todo esto, para que podamos entender el contexto de lo que esta pasando. Los judíos evitaban contaminarse con todo lo que tuviera que ver con los gentiles. De hecho cuando entregan a Jesús a Poncio Pilato ninguno de los judios entra con él porque eso era volverse inmundo durante siete días. Ni siquiera podían entrar a la casa de un gentil, mucho menos comer con ellos.

En el Antiguo Testamento cuando Dios lleva al pueblo de Israel a Canaan le pone una serie de reglas para controlarlos y que no se mezclen con las culturas paganas de la tierra. Algunas de esas reglas eran una dieta muy especial. Todas las cosas impuras y las cosas que sí podían comer y lo puedes leer en Leviticos 11. Entonces qué es lo que pasa que durante siglos; los judíos habían seguido todas estas reglas y se habían mantenido ‘puros’ de entre los gentiles. Decia la mujer madianita “su tipo de comida es muy peculiar y su tipo de bebida es poco común a las demás” según el historiador Josefo. O sea, todo el mundo sabía que los judíos eran diferentes y estrictos en cuanto a esto. Como cuando Daniel dice que no se quería contaminar con la comida del Rey. Eso era muy judio, extremadamente judio.

Y nadamás para que te des una idea de cómo somos que siempre le agregamos cosas a las leyes sencillitas. Ahora los judíos tenian una serie de leyes en cuanto a comer con los gentiles. Por ejemplo si querías comprar carne en un puesto del mercado que era de un gentil había varias condiciones: Podías comprar la carne si el animal había sido sacrificado por un judio. Es decir, si eras un comerciante gentil y tenias un puesto de carne en un vecindario judio necesitabas un carnicero judio porque si la carne había sido tocada por un gentil quedaba inmunda. Luego tenían que asegurarse que la carne no haya sido parte de ninguna ceremonia pagana y que nunca haya estado en contacto con otra carne inferior o que nunca se había vendido en ese lugar carne prohibida para los judios. Entonces, si no eras judio y eras comerciante la secretaría de salud te quedaba corta.

¿Entonces te imaginas lo que significaba para un judío comer con un gentil? Y en eso llega Jesús y viene a anular todo esto. No nada más eso sino que toda la ley dice la Biblia que quedó clavada en la cruz. Dice Pablo en Efesios que derribó el muro que nos separaba y que todos somos uno en Cristo. Las leyes alimenticias y todo fue hecho nuevo. “levantate Pedro, mata y come” ya no hay diferencia, Dios lo abolió. Pero muchos judíos se quedaron ciclados.

¿Qué pasaba con los cristianos? Tenían sus ‘festines del amor’ sus ‘Agapes’ que eran comidas como lo hacemos aquí, cada quien trae algo de comida para compartir con lo demás y todos los cristianos comían juntos y al final celebraban la santa cena. Entonces Pedro llega a Antioquía y es una iglesia muy relajada, todos juntos, conviviendo juntos, comiendo juntos. ¡Como debe de ser! En una iglesia no puede haber racismo, no debe haber favoritismo económico “tu siéntate aquí porque eres primo del hermano, del concuño de la novia del gobernador…” Para Dios no hay blancos, morenos, negros, amarillos, pobres, ricos, educados, pordioceros… para Dios todos somos pecadores y todos los que hemos sido adoptados hijos de Dios somos hermanos y tenemos eso en común. NO debe haber división en la iglesia.

Y la cosa es que en Antioquía todo estaba bien hasta que… v. 12 “antes que viniesen algunos de parte de Jacobo”. ¿Cuál Jacobo? Jacobo el hermano del Señor, el líder de la iglesia de Jerusalen. Pero es claro que Jacobo no los envió porque en Hechos 15 Jacobo dice que no los envió el, pero estos cuates decían que iban de parte de Jacobo. Y sabemos que no eran enviados de Jacobo porque dice en el v. 12 que eran los de la circuncisión y Jacobo ya había dejado claro el asunto de la circunsición en Hechos 15:23. “Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.”

Entonces ¿qué es lo que pasó? Que cuando llegaron estos de Jerusalen de pronto Pedro dejó de comer con los gentiles. Poco a poco Pedro se retraía y se apartaba por miedo a los de la circunsición. El mismo Pedro que reconoce la deidad de Jesús y que dijo que Cristo es el Hijo de Dios y luego le dice que no vaya a la cruz. El mismo Pedro que anduvo en el agua y luego negó a Jesús, el mismo que es llamado a predicar y se regresa a pescar… entonces tenemos aquí al mismo Pedro, vemos su debilidad manifestada nuevamente.

Por un lado estaba seguro de lo que aprendió en casa de Cornelio pero por el otro llegan estos judios prominentes de la capital y van a regresar a Jerusalen y quién sabe qué tantas cosas van a decir de Pedro. “¡Imagínate, comiendo con gentiles, una cosa es que quieran ser cristianos como nosotros y otra que nos mezclemos con ellos!” Y en medio de todo esto Pedro comienza a preocuparse por su nombre, su posición, por el reporte que estos darían a otros judíos que piensan como ellos. Y dices, que mala onda no, cómo es que Pedro pudo hacer tal cosa…

Pero sabes algo, así es la vida del cristiano. No es cierto que vamos en una linea recta hacia el cielo. Empezamos hacia arriba y de pronto vienen los altibajos y comienza a ir hacia abajo. ¿Sabes cómo lo sé? ¡porque así es mi vida! Y conforme vas en picada es conforme vas aprendiendo las lecciones de Dios que te vuelven a empujar para arriba y ahí la llevas. Así es lo que le pasó a Pedro, iba para abajo y luego vuelve a agarrar para arriba.

Ahora mira la consecuencia de lo que hizo Pedro. Versículo 13 “Y en su simulación participaban también los otros judíos”, O sea conforme Pedro se comenzó a apartar de los gentiles los demás judíos cristianos comenzaron a apartarse también de sus hermanos gentiles. Lo que hizo Pedro estaba teniendo un efecto inmediato en la iglesia tanto así que fijate lo que dice “de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.” El pastor de la iglesia de Antioquía, ¡Bernabé! Su propio pastor se dividió. Y obviamente la iglesia se comienza a dividir, por un lado los super santos judios y por el otro los gentiles tratando de averiguar qué fue lo que pasó. Fíjate qué grueso las consecuencias de un líder y qué responsabilidad.

Sabes algo, nunca confíes en el hombre, ni siquiera en el mejor de los hombres. ¡Ni en el mejor! Todos cometen errores. La iglesia se partió en dos, se dividió y los gentiles y Pablo, que era uno de los pastores, por aca. Y los otros pastores por el otro lado. Imagínate al final en el ‘festin del amor’ todos diciendo “nos amamos unos a los otros”, nos amamos unos a los otros.

¿Sabes por que dice Pablo que eran unos hipócritas? Porque Pedro sabía lo que estaba bien y lo que no. El sabía que solo es un cuerpo y que no debía separarse de los gentiles. Pero por ego, por reputación, jugando al justo y al judio recto hizo lo incorrecto.

Quiero decirte algo. Este pasaje es una advertencia de que los hombres no somos infalibles. Los hombres estamos llenos de errores. ¿Sabías que la iglesia católica dice que este Pedro es otro, que no es el apostol Pedro, nada más para poder mantener su infalibilidad como el primer papa? No hermanos, los hombres fallamos y feo.

En segundo lugar no es suficiente creer en el evangelio a menos que estés dispuesto a obedecerlo. La falla de Pedro no estaba en su credo, creía bien. El error no estaba en su doctrina, enseñaba bien. La falla estaba en su comportamiento, y sabes, eso parece algo sin importancia pero no lo es. Tu teología no sirve de nada si no está respaldada por tu manera de vivir.

Y en tercer lugar la verdad es mucho más importante que mantener la paz. Pablo lo resistió cara a cara ¿Por qué? Porque no le importó cuál fuera su reacción y hay muchas personas que para mantener la paz no les importa el costo. Hay mucha presión, hay muchos tipos de creencias y personas que nos presionan y nos quieren hacer sentir mal diluyendo el evangelio, pero sabes qué, no te puedes quedar callado, si no actuas estas apapachando el pecado. En todos los niveles, a los ancianos y pastores primeramente y de ahí para abajo… es nuestra obligación.

Ahora, volviendo a la Palabra, Pablo reacciona ante esta situación y ahora les va a dar una enseñanza. v. 14

“Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? ”

-Pedro, te sentabas a sus mesas, entrabas a sus casas, comias y vivias como gentil y no tenías ningun problema, ya no mostrabas inclinación hacia el legalismo ni judaismo ni la necesidad de la ley para la salvación así que estaba bien. Eso es lo que nos demostraste “vives como gentil”.
Entonces ¿qué es lo que pasó que de repente estabas dispuesto a vivir como gentil y ahora de pronto quieres que todos vivan como judios? ¿Por qué ese cambio? Es lo que Pablo está diciendo.

Y me impresiona que Pablo se lo dice delante de todos. Uno diría pues dícelo pero no delante de todo el mundo ¿no? Pero Pablo lo hace públicamente como decía San Agustín, cual es el punto de corregir en lo secreto algo que se hizo en público. Y tenía razón, si no le muestras a la gente cómo se debe tratar con el pecado ¿como lo van a aprender?

La Biblia nos dice que debemos reprender públicamente a los servidores de la iglesia, a los ancianos, a los pastores, 1 Timoteo 5:20. Pablo nos da el ejemplo aquí, “no me importa quien seas, de donde vengas, pero cuando te pasas de la raya públicamente serás reprendido públicamente para que la iglesia sepa que esas cosas no se toleran. ¿Qué pasó con el primer pastor que cayó en pecado sexual en nuestra ciudad? Nada. No solo no pasó nada sino que abrió otra iglesia “y aquí no ha pasado nada”. ¿Y cuál es el mensaje? Aquí no pasa nada y ahí tienes ya dos, tres, cuatro, no sé cuantos pastores más en pecados sexuales, abriendo y cerrando iglesias por toda la ciudad.

¿Cuando Ananías y Safira pecaron qué pasó? ¿desaparecieron secretamente? No, ahí, delante de todos zaz! Para que aprendan que esas cosas no se hacen. Créeme que se supo en todo Jerusalén y hubo un avivamiento y una búsqueda de santidad. ¡Tenemos que hacerlo! Si amas a la gente que Dios ama y te duele ver cómo se pierden guiados por hombres y mujeres sin piedad, no puedes quedarte callado. No debes quedarte cayado.

Mira esta sección que sigue, del 15-21 nos va a dar una defensa de la justificación por la gracia de Dios contra la justificación por obras de los judaizantes. Y es muy interesante porque nos repite varias cosas y menciona palabras importantes varias veces, por ejemplo vemos la fe, la ley y la “justificación”.

Pablo nos va a hablar de la doctrina de la justificación y déjame decir que no podemos entender el cristianismo si no entendemos la doctrina de la justificación. En estos versículos aparece cinco veces la justificación así que creo que es importante que paremos nuestras antenitas de vinil.

Justificación es un término legal. Así que vamos a entrar un poquito al campo de la teología, pero en terminos simples, justificación es lo contrario a condenacion. Por ejemplo, si en un tribunal te condenan es porque te declararon culpable, pero si te declaran inocente, te estan justificando. Justificarte es declararte inocente, así que en la Biblia la justificación es la acción por la que Dios pone al pecador delante de él, lo perdona y lo acepta no por nada que el pecador haya hecho sino única y exclusivamente por la obra de Jesucristo en la cruz, esa es la justificación. Y ese es el centro de las Escrituras.

Vv 15-16.
“Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.”

La ley la tenían desde siempre, los gentiles no tenían ley pero Jesús les explicó en el sermón del monte que no había ni uno solo que fuera justo pues explicó que el “simple” odio contra un hermano era igual que el homicidio, y que la lujuria era igual al adulterio, de modo que todos hemos pecado y no hay justo ni siquiera uno.

Déjame darte unos versículos del libro de Romanos sobre la doctrina de la justificación en Romanos 3 por ejemplo para que lo compares.

3:19 “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.” La ley es lo que te hace ser pecador. La ley es como un espejo, el espejo no te ayuda en lo mas mínimo, digo, al menos a mi… Jajaja Es decir, te ves en el espejo y le puedes hacer al espejo lo que quieras pero el espejo no te puede ayudar, el espejo no es el problema, el problema eres tu.

24 “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,,”. Vv.26 “el que justifica al que es de la fe de Jesús”. Vv 28 “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”. vv30 “Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión”. No hay de otra. Romanos 4:3 “Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia”. Rom. 5:1 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. vv 9 “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre”… lo vemos una y otra vez en las escrituras, la justificación es por la gracia de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús.

Ahora fíjate con lo que sigue Pablo en Gálatas vv 17-20 “Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”.

¿Qué esta diciendo Pablo, ya va a empezar a cantinflear o que? “de ninguna manera”

¿Por qué dice que si Cristo es ministro de pecado? ¿Quien fue el que enseñó que se juntaran con los gentiles? Y si Cristo es el que nos dice que comamos con gentiles y los judaizantes dicen que eso esta mal entonces Jesús es un ministro de pecado. ¡¡¡QUE TREMENDO!!! Lo que les esta diciendo es “con sus acciones ustedes están condenando a Jesús”. Porque Jesús fue el que enseñó que nada de lo que entra al hombre le contamina, fue el que enseñó que comiéramos juntos entonces al obedecer a Jesús si dices que los judaizantes están en lo correcto…

Y luego se los suaviza un poco porque los ama, y se pone él en el ejemplo. Si las cosas que destruí las vuelvo a edificar, en otras palabras si lo que estás haciendo no declara a Cristo pecador entonces te estas declarando a ti mismo transgresor.

Dejaste las obras para ir a la gracia y luego dejas la gracia para regresarte a las obras… te vuelves transgresor. Te vuelves un hipócrita. Dice Pablo me vuelvo un hipócrita y un pecador.

Y aquí viene lo emocionante.

V. 19 “Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”.

Es como si alguien que comete un crimen, digamos que matas a seis personas ¿Cuántas veces te puede matar la ley? ¿Cuántas veces te pueden mandar a la silla eléctrica? Una ¿no? Y entonces te mandan la descarga Bizizzzzzzz quedas tostadito, te desamarran y de repente… wow te cae un poco de Zest! Y vuelves a la vida!

¡Entonces ya la ley no puede hacerte nada! La ley tenía un reclamo hacia ti pero en cuanto moriste ya no hay mas reclamo, ¡ya cumpliste! ¿Sabes cuando moriste? Hace 2000 años. Con cristo estoy juntamente crucificado. Ahí es donde Cristo pagó por ti y la ley ya no tiene dominio sobre tu vida y ahí es donde Cristo nos libró de la ley del pecado y de la muerte. Por eso dice Romanos 6 que ya no debemos seguir pecando porque ya hemos muerto al pecado, reconocemos que hemos muerto al pecado y que estamos vivos en Dios.

Y sabes qué es lo más hermoso de todo, que con Él fuimos juntamente resucitados. Y cristo pagó por mi y eso es mucho mejor porque si yo hubiera pagado no habría alcanzado la eternidad para poder cubrir el pago por mis pecados.

¡Ahora Cristo vive en mi!

Entonces v. 21 “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo”

¡No deseches la gracia!


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *