¡Floja, ¿yo?!

Proverbios 6:6-11

¡Buenos días mujercitas espero se encuentren bien! Hoy estaré platicando acerca de la pereza porque de eso nos enseña Proverbios 6, del versículo 6-11.

¿Saben cuál es el problema de la pereza? que la pereza le abre la puerta al aburrimiento y el aburrimiento es el semillero de los malos pensamientos y cómo lo he comentado antes, los malos pensamientos son la antesala de nuestras malas acciones y actitudes. Ósea en pocas palabras la pereza le abre la puerta a un sinfín de actitudes dañinas.

Y por supuesto que a ninguna nos agrada la idea de ser flojas, entonces lo primero que hacemos es que lo negamos. Pero te voy a dar una lista de cosas para que veas si caes o no en este pecadito:

Rara vez tiendes la cama, dejas las cosas para después, buscas el camino fácil y sencillo, se te juntan los trastes sucios del desayuno con los de la comida y la cena, se te hace fácil desatender a tus hijos, tiras la ropa sucia en donde sea, descuidas tu aspecto físico, descansas a cada rato, hablas más de hacer las cosas que hacer las cosas, prefieres comprar comida ya hecha antes que hacerla, andas en ropa de ejercicio gran parte del día y, dejas que alguien más haga las cosas que podrías hacer tu.

Si te identificaste con esta lista no entres en pánico, hay una infinidad de mujeres flojillas, pero hay esperanza de cambio. El problema es que este pecadito se vuelve parte de ti, un muy mal hábito y como todos los malos hábitos te hace sentir inconforme e insatisfecha contigo misma. Quieres cambiar, pero no cambias, te gana la flojera y entonces te arrepientes y juras que ahora si vas a recoger todo el tiradero, pero no lo haces y entonces te vuelves a sentir mal y se vuelve un círculo vicioso del cual no puedes salir y te tiras a descansar un rato para planear como le vas a hacer, pero no haces nada …

“Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo;

Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado”.

¡Espabílate! “Hay más tiempo que vida” pídele a Dios que te ayude a romper ese pecadito tan horrible y cambia. En muchas ocasiones me ha tocado escuchar en consejería a maridos frustrados porque la esposa no limpia su casa; deja los trastes sucios, no tiene ropa limpia, vaya hasta me ha tocado escuchar que la mujer se peina de colita porque le da flojera bañarse diario. Y no estamos hablando de un problema de depresión, o tristeza profunda, ¿ok? Es flojera pura, pura flojera…

Miren un hogar tirado y sucio es generador de conflictos, se crea una atmosfera agresiva, depresiva… simplemente no está bien. Ósea yo entiendo que estamos en el siglo XXI y que la mujer también trabaja, y se cansa y… lo que tú quieras, pero caramba entonces trabaja más para pagarle a una persona que limpie y que tenga recogida tu casa. Y si eres hija, por favor acomídete y ayuda a tener la casa bonita.

Pero la flojera no solo se refleja en tus hábitos personales, también en la manera en la que interactúas con las personas, por ejemplo: muchas mamás permiten que sus hijos se peleen entre ellos todo el día, o no checan que verdaderamente hayan hecho la tarea, porque les da flojera levantarse del sillón mientras ven la serie o las redes sociales.

Prefieren que sus hijos se ataruguen en la televisión o en el celular casi todo el fin de semana que aventarse la bronca de exigirle que barra el patio o que lave el carro y es que ¡Ay no! Que flojera tener una discusión de tres horas para lograr que lo medio lave, no, mejor que mi esposo lo lleve a limpiar. No seas flojilla aviéntate la bronca y edúcalos, mal no les va a hacer, al contrario, vas a hacer de ellos gente productiva.

Si lo analizas tantito vas a ver que también es una cuestión cultural, los mexicanos creemos que el fin de semana es sagrado, y sí, ¡claro! así debería de ser, dedicarlo a Dios, ir al servicio, orar más, pero eso no hacemos, si acaso nos levantamos para llegar rayando a la mitad de la alabanza o al Amén del último servicio. El domingo es sagrado para nosotros mismos; es mí día, se hizo para que yo no haga nada.

Pero ¿sabías que, en los países más desarrollados, estos son los días perfectos en que el hombre repara las cosas que necesitan repararse, o practica algún hobby provechoso, los demás integrantes de la familia lavan el carro, arreglan el jardín o hacen otras cosas productivas? también se dan el tiempo de descansar, no crean que no, pero no se dan a la holgazanería acostados todo el fin de semana.

Te dejo con esto en mente; la flojera no es buena consejera, al contrario, te vuelves negligente, aburrida, sucia, pasiva y un montón de cosas más que no disfrutas. Así que, esta semana haz los ajustes necesarios para lograr un cambio y no dejes de pedirle al Espíritu Santo que te ponga el querer como el hacer.

¡Que tengas una linda semana y que Dios te bendiga!


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