Hay un viejo proverbio: “al ojo del amo engorda el caballo”, y quiere decir que solo cuando el jefe está cerca la gente trabaja. Pero el creyente no debe ser así. La Palabra de Dios nos enseña un camino mucho mejor. Acompaña al Dr. Jorge A. Salazar a escudriñar estas verdades en Colosenses.