Estudia la Palabra

Devocional para Mujeres: Mateo 1
Mateo 1: “La Genealogía de Jesús…”

“Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien. Hoy estaremos hablando acerca de Mateo 1, y les recomiendo que le den una leidita antes para que tengan una idea clara de lo que estoy comentando.

La genealogía que encontramos en el comienzo de Mateo tiene una razón muy importante ya que quería demostrar a los judíos que Jesús era el Cristo y que era (cómo las profecías lo indicaban), descendiente de David. Y me encanta eso porque podemos ver cómo Mateo junto con los demás discípulos, se fueron preparando para dar razón del Evangelio y ser testigos de Jesús.

De la misma manera nosotras, como cristianas, debemos hacer lo mismo, debemos tener bases sólidas y razonables y conocer lo que creemos. Porque es peligroso que llegue alguna persona a preguntarnos algo básico de nuestra fe y no sepamos contestar, y es peligroso porque, nosotras mismas podemos comenzar a dudar y, por otro lado, podemos ocasionar que la persona pierda el interés de conocer más acerca del Señor.

Esto nos debe motivar a seguirnos preparando, todas deberíamos de conocer más acerca de las doctrinas fundamentales del cristianismo y comprender con mucha más profundidad las Escrituras. Hay un mundo que tiene como meta desacreditar que Jesús es el Cristo y que tuerce a su antojo la Palabra de Dios. Es nuestro deber como mujeres cristianas prepararnos, escudriñar las Escrituras, conocerlas y defender enérgica y sabiamente lo sublime de nuestra fe.

Pero en la genealogía que Mateo escribe es remarcable que haya incluido a Tamar, Rahab y Rut porque ninguna de las tres era judía, además eran mujeres, y por sí fuera poco, Tamar y Rahab no fueron precisamente un ejemplo a seguir en todas las áreas de su vida, lo cual acentúa que Dios no hace acepción de personas, el escoge lo más bajo, despreciable, lo débil del mundo para cumplir sus designios y demostrar que es Él quien hace las cosas. Sin embargo, muchas veces nosotras mismas podemos hacer distinciones evidentes y obvias, o diferencias sutiles y debemos tener mucho cuidado de no hacerlas.

No debemos apartarnos de la persona que aún no entiende lo que nosotras ya entendimos del evangelio (ya que, si verdaderamente lo entendimos y lo vivimos, es solo porque Dios así lo quiso). Por ejemplo, no debemos apartarnos de la clásica mujer comunicativa que se la pasa platicando todo lo que se entera, ni tampoco debemos apartarnos de la mujer que ve todo negativamente. Porque Dios nunca nos mandó a juzgar, simplemente nos mandó a compartir su Evangelio y a hacer discípulos…las preguntas son ¿Cómo puedo influir y compartir el Evangelio con la hermana comunicativa o la pesimista si me aparto de ella? Y ¿Qué tipo de discípulos estoy haciendo?

Debemos recordar que Dios no hizo acepción de personas con nosotras, nos incluyó en su familia, nos llamó hijas, no por nada que tú o yo hayamos hecho, ha sido por Su gracia, y ha sido solo por su gracia que hemos madurado y nos hemos dado cuenta de las cosas que necesitamos cambiar.

En estos días me gustaría que pensaras maneras prácticas en las que puedes conocer más de tu fe y la manera en que puedes influir cristianamente en las mujeres de tu entorno.
Para poder influir necesitas comenzar por acercarte a esas mujeres y preguntarles acerca de sus vidas, vas a ver lo mucho que te necesitan y lo mucho que Dios te quiere enseñar a ti por medio de ellas.

Y para poder aprender más acerca de la Palabra de Dios solo hace falta que decidas leerla, pero te recomiendo inscribirte en un curso de Biblia que estén impartiendo en tu Iglesia o en línea. Si no conoces ninguno te recomiendo ESTUDIALAPALABRA.COM, aquí te dejo el link en los comentarios para que lo cheques.

¡Tengan una linda semana y que Dios les bendiga!