Viviendo la Fe :: ¿Estás Consciente?

Mateo 14

Buenos días mujercitas espero se encentren bien. Hoy hablaré sobre esa tendencia de manipular a los hombres a través del sexo y apartar a las personas que nos dicen que la estamos regando. Les recomiendo leer el relato de la muerte de Juan el bautista que se encuentra al principio de Mateo 14 para que tengan una idea más clara de lo que estoy comentando.

Por un lado, está Juan el bautista llamando a las personas al arrepentimiento y a vivir una vida santa y por el otro lado están Herodes y Herodías queriendo vivir sus vidas lo más lejos que se pueda de Dios y de quién les recuerde que están pecando.

Entonces Herodías trama un vil, pero exitoso plan y se da a la tarea de manipular todo para salirse con la suya y callar para siempre a Juan.

Entonces le pide a Salomé, su hija, que baile provocativamente para Herodes y excitarlo sexualmente y justo ahí… cuando sus pupilas estuvieran llenas de lujuria y TODO se volviera nada…ahí en donde el hombre es capaz de tirar sus sueños, derrochar todo su dinero, perder a su familia, contraer una enfermedad mortal o causar un daño irreparable… justo ahí, delante de muchos testigos, exigir la cabeza de Juan.

La Biblia dice que Herodes se entristeció por la petición que le hizo la hija de su esposa, sin embargo, su tristeza no fue más grande que cuidar su nombre delante de la gente, ni tampoco fue más grande que la lujuria hacia Salomé, así que mandó a traer la cabeza del bautista.

Supongo que Herodes se entristeció tanto como se entristece un hombre cuando lo ve perdido todo pero que es esclavo del pecado: por un tiempo y sin cambiar el rumbo. Pero antes de que caigamos en la tentación de decir “eran otros tiempos, en aquella época eran unos depravados”, déjenme decir que la condición humana (sin Cristo), no cambia en lo más mínimo. ¿Cuantas veces seguimos haciendo lo que sabemos que está mal y elegimos ignorar a Dios mientras no estamos en problemas?

¿Saben? el relato del asesinato de Juan se me hace tan crudo que ojalá pudiera decir que es arcaico e incivilizado, pero hoy en día las mujeres también tenemos perdido el enfoque de una manera bien fea. Todas hemos escuchado que hay mujeres que trabajan con grupos de secuestradores y que utilizan el sexo para atraer a los hombres. También sabemos que hay mujeres que utilizan el sexo para enganchar al hombre, o simplemente para sacar provecho. Sabemos de mujeres casadas que “castigan” al marido sin tener sexo porque él no actuó de la manera esperada. Es más, en una ocasión escuché a una aspirante a la presidencia decir en campaña: “Señora si su marido no quiere votar por mí, dígale que no le va a dar cuchi cuchi”. ¡No inventen! Cuando la escuché no lo podía creer, luego no pude más que morirme de la risa, ¡era el colmo de la desfachatez! pero en otra ocasión una esposa confesó abiertamente que ella le pedía a su esposo cosas como ropa, viajes, autos o dinero, mientras lo seducía.

Y es que, nos guste o no nos guste reconocerlo, la mujer ha explotado su sensualidad y su sexualidad en mayor o menor escala, pero no deja de ser manipulación para sentirse bien con ella misma o salir con un beneficio propio, ya sea solo para levantar el ego.

Sé que existen lugares y personas que se aprovechan de la lujuria para hacer cosas terribles como la trata de blanca, que causa el asesinato y secuestro de miles de mujeres y niñas en nuestro mundo, pero no estoy hablando de esto, estoy hablando de lo que, como cristianas estamos permitiendo que pase en nuestra propia casa.

Nuestra sociedad está acostumbrada a ver “normal” un baile o una escena explícitamente sensual y sexual en la T.V, está acostumbrada a que la mujer se vista para llamar la atención sexualmente de los hombres, a tomarse fotos y videos (sensuales) con los celulares y subirlos a las redes sociales para que cientos de hombres ¡le pongan like! Y cada vez son más las mujeres (grandes y jóvenes) que se complacen con excitar a hombres a través del internet.

Y luego los menospreciamos con frases como: “los hombres son unos infieles, sólo piensan en sexo, juegan con los sentimientos de las pobres mujercitas”, pero detengámonos tantito y pensemos ¿De verdad somos tan inocentes? No deberíamos de ser jueces si también somos parte, ¿no creen?

¿Qué estamos haciendo como mujeres cristianas para ayudarlos? ¿Quieres fidelidad y que no se le vayan los ojos con nadie más, pero te gusta que a otros se les vayan los ojos contigo? ¡No tiene sentido! ¿Te molestas con tu esposo porque no deja salir a tu hija con una falda tan corta o toda embarrada? ¡No deberías enojarte! ¿Le pones like a la foto mega sensual que subió tu amiga, tu hija, tu hermana? ¡por favor no lo hagas! ¿analizas el tipo de películas, series, páginas, youtubers que ven en tu casa? ¡involúcrate en la vida de tus hijos!

Miren sí, Herodes estuvo muy mal, Herodías estuvo pésimo y Salomé ¡ni se diga! Pero esta semana las invito a reconocer si como mujeres estamos manipulando a través de nuestro sexo, o permitiendo que nuestras hijas o amigas lo hagan.

¡Que tengan una linda semana y que Dios las bendiga!


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *