Viviendo la Fe :: Mateo 7

Mateo 7 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos…”

“Buenos días mujercitas, espero se encuentren bien. Hoy estaremos hablando acerca de Mateo 7, y les recomiendo que le den una leidita antes para que tengan una idea clara de lo que estoy comentando.

Jesús nos da claramente la pauta para saber en qué camino vamos; si por el camino espacioso que lleva a la perdición, o por el camino angosto que lleva a la vida eterna.
Nos exhorta a auto-analizarnos y a cuidarnos de los falsos maestros, pero también pone el reflector en nosotras, es como si dijera: “cuidado ustedes pueden estar en otro camino, examínense…”

En mi entorno, es normal ver gente “cristiana” (entre comillas), algunas veces nacieron dentro de una familia creyente, pero parece que no conocen a profundidad el Evangelio.

Y me doy cuenta que generalmente todas tienen un común denominador: son mujeres que han leído muchos libros cristianos, que llevan mucho tiempo asistiendo a la Iglesia, que saben dar la respuesta aparentemente bíblica a cada situación. Muchas de ellas se saben de memoria versículos completos, dirigen grupos de mujeres y hasta han dado clases a niños y a adolescentes en la Iglesia.

Este tipo de “cristianas” prefieren leer un devocional hecho por alguien más, orar en grupo, ver videos con las opiniones de alguien más para agudizar sus respuestas en “defensa” de la moral cristiana, o asistir a conferencias o a conciertos de alabanza.

Este tipo de “cristianas” (entre comillas), prefieren hacer cosas como estas antes que arrodillarse todos los días en secreto, pedir la dirección del Espíritu Santo, alabar al Señor con sus acciones y escudriñar por ellas mismas las Santas Escrituras.

Mujeres que escogen vivir un cristianismo superficial porque, una mujer que no estudia la Biblia, y que rara vez pasa tiempo en oración, jamás puede tener una idea real de la Santidad de Dios, ni de cómo es su carácter, ni tampoco pude crecer espiritualmente, se estanca, porque lo que produce la fe, es oír la Palabra de Dios, y gracias a ella es que podemos discernir nuestros pensamientos y las intenciones de nuestro corazón.
La Biblia es quien nos enseña, quien nos corrige, nos confronta y quien nos instruye, y podemos aprender algo de las experiencias de los demás, pero nunca llegaremos a experimentar la madurez espiritual si no cultivamos nosotras mismas una relación personal con el Señor.

Ahora, por favor no me mal entiendan no digo que esté mal leer libros o devocionales de alguien más, ni orar en grupo, o ver videos apologéticos, o escuchar a un pastor que haga una buena exégesis de un pasaje, porque todo esto es un excelente complemento, pero es solo eso: un complemento que nos ayuda a dirigirnos correctamente y a crecer en nuestro caminar cristiano.

Lo que estoy tratando de enfatizar es que absolutamente nada de esto, puede ni podrá remplazar jamás el que nosotras mismas hagamos la chamba y la chamba es: Mateo 6:6 “apartar un tiempo a solas para la oración”, Deuteronomio 11:18-19 “meditar en las Escrituras constantemente”, Juan 5:39 “escudriñar diligentemente la Palabra” y como leemos en Santiago: “vivir poniendo en práctica lo que Dios manda”.

Y es que, cuando una mujer se aleja de la relación personal con Dios y comienza a depender y a vivir de la relación personal que otra persona tiene con Él, se pone en una posición vulnerable, porque aparte de que su relación se estanca, se puede dejar llevar por el misticismo religioso e irse tras las manifestaciones sobrenaturales.

Y es que, el ser humano se deja llevar por lo “místico” y muchas veces se cree que la persona más espiritual, es el que hace cosas sobrenaturales, pero Dios no lo ve así, y por eso nos advierte dos cosas: que nos examinemos a nosotras mismas para comprobar si verdaderamente estamos en la fe (2 Cor. 13:5). Y que nos guardemos de los falsos maestros que enseñan en nombre de Dios.

Y es que aunque al ser humano nos deslumbran las manifestaciones sobrenaturales, ellas no son lo importante, el mismo Cristo dijo: “NO os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. Es más, a muchas personas que realizaban este tipo de obras Jesús las calificó como “hacedores de maldad” y finalmente les dijo: “apártense de mí, nunca los conocí”. (Luc.13)

Pero si las manifestaciones sobrenaturales no son una evidencia irrefutable de que se está en el buen camino, entonces ¿cuál es? porque, por otro lado, todas conocemos personas amables, religiosas, inteligentes, sabias, humildes y que, hasta parece que tienen fe, pero no fe en Cristo, y por lo tanto no son salvas, entonces, ¿Cómo podemos examinarnos? Cristo nos da la pauta en Mateo 7:20: “por sus frutos los conoceréis”.

Entonces aquí les dejo una lista con las características que una persona verdaderamente cristiana debe posee, (pueden checar las citas con más calma se las dejo aquí abajo):

– Amor a Dios (Salmo 42:1; 73:25; Mateo 22:37)
– Arrepentimiento de Pecado (Salmo 32:5; Proverbios 28:13; 2 Corintios 7:10; 1 Juan 1:8-10)
– Humildad Sincera (Salmo 51:17; Mateo 5:1-12; Santiago 4:6,10)
– Celo por la Gloria del Señor (Salmo 105:3; 115:1; Isaías 43:7; Jeremías 9:23, 24; 1 Corintios 10:31)
– Oración Continua (Lucas 18:1; Efesios 6:18; Filipenses 4:6; 1 Timoteo 2:1-4)
– Amor Sacrificial (1 Juan 2:9; 3:14; 4:7)
– Vivir diferente al Mundo (1 Corintios 2:12; Santiago 4:4; 1 Juan 2:15-17, Juan 17:16; Efesios 2:1-3)
– Crecimiento Espiritual (Lucas 8:15; Juan 15:1-6; Efesios 4:12-16)
– Obediencia (Mateo 12:50; Juan 15:14; Romanos 16:26; 1 Pedro 1:2; 22; 1 Juan 2:3-5)

La auto examinación debe ser honesta, pero como ya lo hemos comentado antes, nuestro corazón nos engaña, por eso pídele al Señor lo mismo que le pedía David:

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”.

Si quieres profundizar más acerca de este tema te invito a escuchar el sermó “La Prueba de Autenticidad” del Dr. Jorge Salazar

“Que tengas una lida semana y qué Dios te bendiga”


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